¡BERRINCHES, NO! CÓMO ACTUAR ANTE EL "DRAMA" DE TUS HIJOS

Cuando nos enfilamos a la gran tarea de ser papás, nos encontramos con momentos donde la calma, la paciencia, los estudios, libros y documentales no son suficientes para manejar los tan afamados berrinches. Nos ganan las emociones, el enojo, el estrés y olvidamos que detrás de esa conducta nuestros niños nos están diciendo algo que en ese momento es muy importante para ellos.
Sin duda, todos los niños y no tan niños atraviesan por etapas en las que demandan atención, o bien, quieren obtener algo, pero no ocupan la forma correcta para pedirlo. Nuestros niños solo se dejan llevar por sentimientos y acciones aprendidas, por ejemplo: si gritas a menudo para llamar su atención, él también lo hará; si hay golpes, él también los dará. Recordemos que somos espejos y ellos dentro de sus capacidades, replican lo que han visto o escuchado; por lo que todo lo bueno que ves en tu hijo es tuyo, pero lo no tan bueno, también.
De todo lo que he leído, vivido y aprendido a lo largo de la maternidad, rescato estos 6 pasos, nada sencillos, pero eficientes, hay que intentarlo una y otra vez:
1. Respira y vuelve a respirar. Cuando el berrinche empieza, respira y durante toda la escena, continúa haciéndolo. Entre más consciente inhales y exhales, tus ideas, la voz y sobre todo tus acciones serán más claras y firmes.

2. El niño que grita, llora y patalea, es tu hijo y es el mismo al que amas tanto. Aunque esto parezca obvio, repítelo en el momento de la rabieta y desde tu amor saldrán las mejores decisiones.
3. No es una competencia de poder, escucha lo que en realidad necesita, ponte en cuclillas y háblale de forma calmada; así le estás enseñando cómo se solucionan las cosas.
4. Abrázalo. Esto no es doblegarte, es sólo mostrarle que en ti va a encontrar soluciones y sobre todo, apoyo.

5. Dale una opción. Esto le mostrará cómo se negocia con amor y la importancia de las decisiones.
6. El berrinche pasará. Y entonces encuentra el momento para hablar de lo que hizo bien y mal, hay que corregir las conductas con ejemplos y razones. Pero que ante todo sepa, que el amor por él persistirá a pesar de estar enojado, a pesar de que no haya hecho bien las cosas. Nunca está demás dejar esto claro, a cada momento, díselo, puede hacer la diferencia.
He de confesar que las primeras veces no lograba todos los puntos, me concentraba en 3 puntos: no alzar la voz, escuchar y abrazarlo. Poco a poco, los demás puntos se van agregando en tu actuar. La clave es ser totalmente consciente de las emociones, las palabras y las acciones que en esos momentos se dicen y se hacen.
No hay peor juez para los padres que uno mismo, por lo que no olvides que eres humano, nadie sabe cómo ser papá, estás aprendiendo y seguiremos aprendiendo por la eternidad, entonces, ámate y ama a tu hijo, ahí está la respuesta.
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