Skinification, cuidando tu pelo desde la raíz
Tener un cabello brillante y perfecto no es una tarea fácil. Durante años, nos hemos esforzado en resolver problemas comunes como el frizz y la resequedad, pero estábamos mirando en la dirección equivocada, ya que el verdadero secreto se encuentra en la raíz.
Por esta razón, muchos expertos en belleza han desarrollado su propia rutina de “skincare” capilar, a la que han llamado Skinification. Esta palabra proviene del inglés, donde ‘skin’ significa piel, y enfatiza la importancia del cuero cabelludo. Es en este lugar donde todo comienza: el sitio donde se generan los folículos pilosos, se encuentran las glándulas sebáceas y los vasos sanguíneos, que son fundamentales para crear un entorno propicio para el crecimiento del cabello.
Para crear tu propia rutina capilar, es fundamental conocer tu tipo de cabello, ya que cada uno presenta necesidades diferentes:
El cabello graso no dura limpio por más de un día, se siente pegajoso, pierde volumen y puede causar acné en el cuero cabelludo, cuello y espalda. Lo mejor es optar por productos que ayuden a controlar el exceso de sebo.
El cabello seco, puede causar picazón, carece de grasa y muestra escamas. Para este tipo, es necesario utilizar productos hidratantes que aliviarán la resequedad y la descamación.
Cuando de manera ocasional experimentas grasa o irritación y tu cuero cabelludo se siente equilibrado, esto se considera normal. Pero, si notas enrojecimiento, picazón o ardor al usar ciertos productos, es posible que sea sensible.
En estos casos, lo mejor son las fórmulas suaves, sin fragancias, con un pH neutro que propicien la hidratación, suavidad y brillo.
Ahora que has identificado el producto adecuado, puedes crear tu propia rutina siguiendo estos pasos:

Champú: Este siempre es el primer paso y debes hacerlo correctamente. Utiliza agua tibia y masajea suavemente con las yemas de tus dedos. La frecuencia de lavado dependerá de tu tipo de cabello: hazlo diario si es graso y con menos frecuencia si es seco.
Acondicionador: Recuerda aplicarlo sólo de medios a puntas, nunca en la raíz. También controla la cantidad, sobre todo si tu cabello es graso.
Masaje capilar: Es una excelente manera de mejorar la circulación. Puedes hacerlo con tus dedos o con un cepillo, haciendo movimientos circulares durante 2 a 3 minutos, una o dos veces al día.
Exfoliación: Este paso es esencial para eliminar las células muertas y la acumulación de productos. Hay productos específicos que limpian sin eliminar los aceites naturales.
Hidratación: Elige una mascarilla que se adapte a tu tipo de cabello y a tus necesidades. Si tienes el cabello seco, puedes añadir aceite de argán, aplicándolo en las puntas y evitando la raíz, para controlar el frizz y nutrir el cabello.

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