‘Adolescencia’, la miniserie basada en un caso real
- El Báez
- 2 abr
- 2 Min. de lectura

Ahora que estamos en el mes del niño, me pareció una excelente idea hablar de la miniserie del momento, disponible en Netflix. "Adolescencia" es una producción británica compuesta por 4 episodios, filmados en tiempo real con la técnica del plano secuencia (en una sola toma), logrando una atmósfera que te mantendrá al borde del sofá. Es un drama criminal sobre Jamie, un chico de 13 años acusado del asesinato de una compañera de colegio. En cada capítulo se muestra el proceso que se vive desde su detención, comenzando con la llegada de la policía a su casa, su traslado a la comisaría y el procedimiento judicial que se lleva a cabo al tratarse de un menor de edad. En el segundo episodio, acompañamos a los detectives a cargo del caso mientras visitan el colegio de Jamie en busca de pistas para localizar el arma con la que se cometió el crimen, así como entrevistándose con alumnos que pudieran estar involucrados. El tercer capítulo es el más impactante de todos (al menos para mí); han transcurrido siete meses desde su arresto y ahora Jamie se encuentra en un centro de detención juvenil, donde es visitado por una psicóloga que, mediante una charla, busca evaluar su condición mental llevándolo al límite. Por último, en el cuarto episodio, vemos a la familia Miller adaptándose a su nueva realidad sin su hijo y enfrentándose a las consecuencias de lo ocurrido mientras tratan de celebrar un cumpleaños.
Definitivamente, esta es una de las mejores miniseries que deben ver, especialmente aquellos que tienen contacto con niños o adolescentes. Ofrece un vistazo a lo que ellos viven hoy, cómo se relacionan con sus amigos y compañeros de colegio, la manera en que se comunican, ese nuevo lenguaje que muchos no conocemos e incluso no entendemos, con nuevos términos como "incels", que hace referencia a cierto tipo de chicos que crecen bajo un estigma que afecta su desarrollo, así como la forma en que se relacionan con las chicas. Esto es real y, lamentablemente, está cobrando fuerza en distintas partes del mundo.
Recuerdo lo que es tener esa edad, lo divertido y aterrador que puede ser... lo importante que es ser aceptado, formar parte de un grupo de amigos, lo primordial que es para algunos ser el o la popular, destacar sobre el resto de la "manada", soportar la "carrilla" y, sobre todo, NUNCA ser el eslabón más débil. Así que no se la pierdan y reflexionemos sobre lo complicada que es esta etapa, cómo todas las emociones se maximizan y están a flor de piel. Estamos a tiempo, como sociedad, de cambiar el rumbo que se está llevando para estos niños, encontrar alternativas para acercarnos y acompañarlos en su crecimiento, ser una guía y un aliado en sus vidas.

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