Fajas Extremas, magia en minutos
En una de esas noches largas en las que de madrugada practicas el zapping con el control remoto y que sin querer terminas viendo infomerciales en donde las modelos que no necesitan una faja, presumen usarlas y haber reducido dos tallas de forma instantánea, es cuando llego a la mente una imagen de cómo te verás con aquél vestido usando esa faja modeladora….
La realidad es que este pensamiento suele ser motivo de pena, pues no es grato querer esconder aquellos pliegues que llegamos a notar en nuestra anatomía, incluso a través del vestido que mejor nos quede; sin embargo pasamos por alto que esta prenda es altamente demandada por el público mexicano, ya que todos usamos accesorios y elementos que favorezcan nuestra figura. El uso de la faja más allá de ser un secreto, debería de tomarse más en serio y cuidar que nuestra elección sea la correcta, ya sea para fines estéticos o de salud.
Está bien visto usar faja después de un embarazo, pues los tejidos deben regresar a su forma y de boca de quienes las han usado, un body es de mucha ayuda para que el cuerpo vaya ajustándose conforme pase el tiempo. Cabe recordar que debemos tener claro el objetivo de uso de estas prendas y de ahí partir para decidir el tiempo y los materiales de las mismas.
El uso de la faja data de los años 50 y es desde siempre que hemos buscado ocultar imperfecciones en minutos, actualmente está de moda lucir una cintura muy marcada, lo cual, si se logra con la faja inadecuada, podemos lastimar nuestros órganos o la circulación, además de incomodarnos y caer en la falta de naturalidad, por lo anterior es muy importante tener claro que es una prenda que no debe usarse a perpetuidad, pensemos que es un accesorio más y que lo más importante es que te apoye a sentirte bien contigo mismo. Es preciso incluso prevenir que puede promover la falta de aceptación de nuestro cuerpo, ya que cuando no la usamos dejamos de sentirnos seguros, distorsionando nuestra realidad.
Tomemos los elementos como lo que son, un accesorio más, una prenda que a veces combina con nuestro atuendo e incluso con nuestro estado de ánimo, no hagamos de este accesorio una necesidad para nuestra vida diaria, no hay nada como poner de moda tu buena actitud y sobre todo tu sonrisa, esta será la que realmente haga brillar tu figura.
Elige el tipo de faja que mejor te acomode, recuerda que lo natural, siempre es mejor:
Faja Colombiana: ceñida al extremo en la parte de la cintura. Cuida poder respirar y moverte con facilidad.
Fajas panty: funcionan como pantaleta y dan soporte al vientre y los glúteos. Una mala talla puede sacarte los gorditos, ojo.
Fajas moldeadoras: dan soporte a casi todo el cuerpo, desde los muslos hasta los brazos. Cuida que no se note o bien que combine con tu ropa.
Fajas para el torso: ideal para disimular los pliegues de la espalda. Ayuda a la buena postura.
Fajas para muslos. Tonifica las piernas, reduciendo la visibilidad de celulitis.
