PAREJAS BETA, ¿MATRIMONIOS DE PRUEBA?
En esta era taaaaan revolucionada y de pronto liberal, pero a la vez con tintes conservadores, ósea, ni muy muy, ni tan tan. Surge de pronto una nueva tendencia que a muchos nos hubiera encantado experimentar, el llamado Matrimonio Beta.
El nombre por supuesto se lo debemos a la generación del milenio que prefieren vivir con sus parejas en “unión libre”, mínimo dos años para ver si tienen esa conexión, ese sentimiento entre almas, ese entendimiento y sobre todo pasión a largo plazo antes de llegar al altar o ante un Juez del Registro Civil.
Todo lo anterior, debido a que una de cada dos parejas terminan en divorcio, o sea, el 50% de las parejas que se comprometen ante las tres leyes, ante el Juez del Registro civil de la Kermese del colegio del Sagrado Corazón de los Mártires de la Noche triste, se divorcian.
Los jóvenes argumentan que con esta medida (aún no autorizada por la Santa Sede) desean no repetir errores de los matrimonios en el pasado y, sobre todo, no desean perder el tiempo con una persona que no comparte las mismas metas. Además del desgaste que implica un proceso legal y eclesiástico (a menos que seas político, hijo de uno o Presidente de México).
La verdad es que muchos de nosotros ya conocíamos este tipo de relación, la “Unión Libre”, ha sentado precedentes, y estoy seguro de que muchos hijos, frutos de este tipo de unión, son los principales interesados en seguir los pasos de sus padres.
Ojo, no estoy culpando a nadie y tomando juicio político, eclesiástico ni me tachen de libertino. Pero me hace mucha lógica que de este movimiento venga de jóvenes de 22 a casi 30 años.
Conozco matrimonios con todas las de la Ley que han llevado una vida plena y parejas en Unión Libre que siguen llevándose de pocas tuercas y no piensan en casarse ni en Kermese.
Así que cada quien es libre y soberano de elegir cómo, cuándo, por qué y pa qué.
Son parejas que se juntan, adquieren su propio espacio y se enfocan en convertirlo en un hogar, ya sea con la compra de muebles, adaptando o remodelando de acuerdo a su relación y necesidades, sin tener las "ataduras" que un matrimonio tiene, aunque eso sí, con ciertas obligaciones.
A manera de conclusión y como padre de dos niñas, mi tarea es explicarles de la mejor forma lo que significa tener novio y lo que conlleva vivir con su pareja, son cosas y sentimientos diferentes, mañas como costumbres distintas que si no se advierten, se sufre de más.
Les enseñará a respetar a su pareja y solicitarlo de vuelta, que no pierdan la capacidad de generar sorpresas o detalles para su par y sobre todo, la comunicación, pues sea la relación que prefieran, todas se basan en eso.
Queridas lectoras, vivan como quieran, pero vivan y sobre todo, sean felices.
Hasta la próxima.
