BRALESS: UNA VIDA SIN SUJETADOR
Pocas sensaciones son tan liberadoras cómo el llegar a casa después de un largo día, quitarte los zapatos, preparar tu bebida o snack favorito y deshacerte de tu bra. Hasta la vida se ve de colores más vibrantes cuando no hay varillas presionando tus costillas, entonces, ¿por qué no llevar una vida braless?
Más allá de optar por un look natural, tendencia que ha ido evolucionando en los últimos años, el ir braless es un estilo de vida. Muchos se burlaban de Miley Cyrus cuando se volvió vocera del movimiento #FreetheNipple, pero independientemente de la ideología que cada persona pueda o no tener, esto ha creado una apertura mayor a disfrutar de nuestro cuerpo, elegir nuestra ropa y sentirnos auténticas.
Tal vez no es para todas, quizá si tu busto es muy grande prefieras apegarte a tu bra o tal vez no te imaginas dejando la lencería porque te apasiona, pero si no es el caso y verdaderamente te sientes aprisionada por las varillas metálicas, tirantes y broches, no tienes ningún motivo para seguir con ellos.
En pasarelas es común desde hace ya varios años el no utilizar sostén. Poco a poco se ha ido adoptando en las calles y algunas it girls como Kendall Jenner, Selena Gomez y Rihanna han atraído la mirada del mundo en las alfombras rojas, en redes sociales y en su día a día. Y si ellas pueden, ¿por qué nosotras no?
Olvídate del qué dirán. No hay nada más natural y normal que tu cuerpo siendo tu cuerpo y no hay razón para que nuestros pechos sean un tabú. Quizás llames la atención, pero el cómo lo percibas y manejes tú misma dictará la mirada y opinión de los demás. Esto también se trata de educar al prójimo.
Al principio, puedes optar por los bralettes. Se han convertido en una de las tendencias favoritas de moda, pues son hermosos, cómodos y puedes ir por la vida presumiéndolos como si fueran un top cualquiera. Los hay de mil colores, telas y diseños para todos los estilos. Puedes, por ejemplo, utilizar un bralette de color negro con una t-shirt o blusa blanca, pantalones negros acinturados y tennis o stilettos (dependiendo de la ocasión).
El siguiente paso es olvidar cualquier estilo de corpiño y agregar algunas capas a tu look; utilizar un chaleco sobre tu playera o una blusa sobre tu tank top, un suéter, bufandas... lo que te haga sentir cómoda. Pero no te quedes en esta etapa, ve dejando junto con las capas extras de ropa, los miedos y prejuicios que te estorben para sentirte a gusto con tu estilo de vida.
Al final te darás cuenta de que conoces mejor a tu cuerpo, lo sentirás más presente y fuerte. No tienes que utilizar transparencias y dejar todo a la vista de todos si no quieres, pero y si sí... ¿qué te detiene?
