Un masaje para tu belleza

A la hora de cuidar nuestra piel no nos limitamos únicamente al rostro. Por eso, hoy hablaremos de un área que muchos olvidamos, pero que es muy importante; nuestro cuero cabelludo. 

Porque no lo vamos a negar, aunque que es parte fundamental para tener una cabellera hermosa y saludable, muchos de nosotros nos enfocamos más en cuidar el pelo que en su nacimiento, aunque algunas cosas son más obvias e intuitivas como mantener una dieta balanceada, y genética, también podemos ayudarlo y mantenerlo en las mejores condiciones gracias a una gran maravilla: los masajeadores capilares.

En los últimos años se han vuelto tan populares y podemos ver grandes variedades y rutinas que los recomiendan, ya que activan la microcirculación en esa zona de la cabeza, permitiendo que los nutrientes se transporten correctamente hasta los folículos pilosos, beneficiando el crecimiento y florecimiento de hebras capilares, aumentando su volumen.

Pero no son los únicos beneficios, también ayudan a eliminar fácilmente la suciedad, el sebo y las células muertas, creando una pequeña exfoliación.

Además, ayuda a la relajación y da sensación de bienestar y tranquilidad, dejando tu cabello con un aspecto más vital y brillante, fortaleciéndolo.

¿Cómo usarlo?

Cada experto tiene sus propios trucos, ya que puede hacerse con el cabello seco o húmedo. Incluso se puede realizar varias veces al día, siempre y cuando no apliques demasiada fuerza.

Si quieres hacerlo de la primera forma, sólo deberás soltar tu cabello y masajear la cabeza usando un poco de presión. Inicia por las sienes con movimientos circulares, llevándole hacia atrás hasta llegar a la coronilla.

Complementa tu rutina aplicando tu mascarilla o suero favorito, utiliza nuevamente el masajeador para crear un mejor efecto ya que ayuda a la absorción y distribución de estos productos para lograr mejores resultados.

Pero si prefieres hacerlo con el cabello húmedo, lo ideal es extender el champú sobre el cuero cabelludo y masajear la zona de forma circular. Aplicando ligeramente un poco de presión. Después lava como de costumbre.