El mezcal, ¿una bebida ancestral de moda?
El mezcal ha sido considerado desde sus orígenes como una bebida artesanal llena de tradiciones, intereses culturales y en algunos casos se le atribuyen propiedades curativas. Como mexicanos sabemos que un buen mezcal no se niega pero ¿qué tan atractivo sería para ti encontrarlo entre una de las bebidas más cotizadas de coctelería?
Seguramente eres de los que piensa que el Mezcal es sólo para cierto sector de la población, pero no es así. No sólo se le reconoce por su producción, preparación y sabor a nivel nacional, el mezcal ha ganado terreno en el mercado internacional frente a una de las bebidas destiladas de gran demanda y la cual proviene de la misma planta: el tequila.
Como todos sabemos, la producción del mezcal proviene de regiones mexicanas entre las que destacan: Oaxaca, Guerrero, Durango, Michoacán y Zacatecas; mismas que siguen sumando esfuerzos por atender de pies a cabeza el sector mezcalero. Asimismo, a pesar de ser una bebida espirituosa reconocida por su minuciosa preparación y su limitación al paladar por su sabor amargo, el mezcal se ha ido encarrilando en el camino del buen beber en países como: París, Madrid, Nueva York, Berlín y la Ciudad de México.
Ahora seguramente encontrarás diversas marcas de Mezcal en los bares y restaurantes más cotizados de la Ciudad de México, así que no te sorprendas al encontrar la palabra mezcal dentro de la carta de bebidas. ¿Quién se iba a imaginar que el mezcal formaría parte de la élite?
Por razones peculiares, paso de ser una bebida un poco clandestina y barata a una bebida de moda, al ser las industrias alcoholeras extranjeras las principales en apostar por un producto artesanal de primera calidad. Su éxito ha sido tal, que se le ha identificado como una bebida premium, superando hoy en día el precio del whisky.
Pero lo interesante es que el mezcal “es lo que es” gracias a la juventud, a esas nuevas generaciones que sitúan en primer lugar la riqueza cultural frente a otras ofertas alcohólicas. Por esa razón, el consumo de ésta bebida artesanal seguirá su travesía por la Ciudad de México integrándose como parte esencial en las mejores mesas.
Pero si no eres tan fan del mezcal, tal vez esta frase te haga cambiar de opinión para adentrarte en el mundo de los buenos tragos: “Un mezcal para amar y otro para olvidar”.
