¿Mucho amor o celos extremos?
Si alguna vez te han dicho que eres la persona más celosa del mundo, tal vez estén en lo cierto y ni siquiera te has tomado el tiempo para analizar si tus acciones o conductas son típicas de una persona extremadamente celosa o simplemente son emociones tan comunes y corrientes que no tienes de qué preocuparte. Pero empecemos por definir qué son los “celos”.
Popularmente la palabra “celos” es entendida como una respuesta emocional que surge cuando percibimos una amenaza ante algo que consideramos como propio, y que fácilmente hace que nuestro día se convierta en el peor tormento.
Podríamos decir que un acto de celos puede mostrarse cuando uno se enfrenta bajo ciertas emociones tales como: inseguridad, desconfianza, baja autoestima o en algunas ocasiones por experiencias pasadas o traumas psicológicos, pero la mayor parte de la causa se da por todo lo que llega ha pasar por nuestra mente. Aquella máquina capaz de formar automáticamente situaciones con tan pocas pistas, cae como una de las piezas clave al momento de enfrentarnos ante situaciones de alarma.
Así que, bajo estas definiciones seguramente te has preguntado ¿qué tanto pueden afectar los celos en tu relación? Pues si bien no aplica en todos los casos, es importante que sepas el papel que juegan los celos como partidarios de desacuerdos, discusiones y en casos extremos de separaciones.
Por esta razón, el término “celos” causa una especie de pánico en el tema de las relaciones amorosas. Muchas veces cuestionarás si tus palabras, acciones o actitudes fueron las correctas en aquel momento, si acaso eres diferente a los demás y exageras demasiado las cosas o tal vez quieras gritar al aire el por qué Dios permitió que los celos se apoderaran de tu cuerpo, mente y alma.
Pero ya ahogado el niño como lo dice el dicho, lo más sano es hablar abierta e inmediatamente con la persona que los provoca o en el caso de perder el control regularmente, acudir con un especialista. Tomar el manejo sobre los celos es una tarea bastante difícil en la que muchas veces se muere en el intento, es decir, que la relación de pareja se va debilitando con el tiempo y termina por desaparecer al no encontrar la estabilidad deseada.
Analiza tu relación y recuerda que es natural sentir celos, pero es de locos dejarse llevar.