YA AMO LOS TACONES EN LA OFICINA

Llega el lunes cargado de quehaceres de oficina, juntas y eventos godín, por lo que iniciamos eligiendo el outfit ideal, tomamos aquellos lindos tacones altos que darán un toque estilizado al traje sastre o vestido formal y salimos con un aire triunfal a conquistar el día. Y a pesar de que sabemos que cuando termine la jornada, vamos a estar deseando bajarnos de nuestros preciosos tacones y anhelando caminar descalzas, pues sólo así recordamos el delicioso dolor que nos causa vivir entaconadas. La realidad es que se requiere vocación y amor del bueno para finalizar el día con 10 centímetros más.
Para quienes juramos amor eterno a los tacones bajos, medianos o altos, creemos firmemente que un vestido corto requiere mínimamente de 5 cms extra y que un pantalón se aprecia mejor cuando le sumamos unas zapatillas que permitan acentuar la caída de la tela. ¿Qué será lo que nuestros zapatos nos prometen al optar por ellos en las tiendas? quizá un “te acompañaré en las difíciles juntas de consejo” o bien, “minimizaré los días ajetreados de fin de mes”, lo mejor está cuando los usas por vez primera y sentimos como se ilumina cada paso, vemos un pie después del otro y es ahí cuando sin dudar decimos: sí acepto.

Desconozco por qué unos lindos tacones dan luz propia a cada paso, pero recordemos que el secreto de todo zapato es la seguridad que proyectamos al usarlos, si existe cierta inseguridad sobre la altura y caminamos con dificultad, es mejor elegir unos de menor elevación. Lo importante es que nosotros empoderemos los zapatos y sean estos nuestros compañeros del día.
En las últimas noticias, el working look puede tornarse un tema de debate, ahora con la obligatoriedad, que, sin dejarse por escrito, algunas empresas han implementado en su código de vestimenta. Sin embargo, es nuestra elección diaria subirnos en los ya conocidos pumps o bien correr en flats, es cuestión de cada quien el comulgar o no con la ideología de la empresa, recordemos que la decisión de pertenecer está siempre en nuestras manos. Además, usar tacones no aporta o resta a nuestros esfuerzos laborales, es sólo un accesorio que cada mujer elige, sólo hay que aprender a tomar decisiones de altura y estilo. Descubre y explota el tuyo, cada una imprimimos una fuerza diferente en nuestro andar, sólo sigamos andando.