RINGSIEDAD, LLAMADAS DEL MÁS ALLÁ
La ansiedad siempre ha estado presente, catalogada como el miedo o nerviosismo a una situación en especial. Pero para el Siglo XXI tenemos enfermedades propias de nuestra época y la tecnología no pueden dejar formar parte. Sobre todo, con nuestros confiables celulares, que tenemos en la mano día a día.
Aunque hay varios psicólogos y científicos que estudian el impacto de la tecnología en nuestra vida, sobre todo en las Universidades de Stanford, Nueva York y la Escuela de Psicología de California, han catalogado las consecuencias de los smartphones como la ansiedad del ring (vibranxiety o ringxiety en ingles).
Es ahí donde surge la teoría de detección de señal, vibranxiedad o también llamada ringsiedad. A diferencia de lo que se cree, es un síndrome muy común, ya que este afecta a el 80% de la población.
Tom Strafford, de la Universidad de Sheffield, asegura que “La vibración fantasma es una relación natural del cerebro, que prefiere un falso aviso a la posibilidad de perder una llamada importante” aseguró en un artículo para la BBC.
Consiste, principalmente, en sentir o escuchar al teléfono sonar o vibrar sin que realmente lo esté haciendo, generando un estado de alerta, afectando la sensibilidad y percepción de nuestro sistema nervioso.
Aunque no es una enfermedad peligrosa, puede llevar a distintos desórdenes psicológicos si es que no se toman las medidas necesarias, como lo es la nomofobia (dependencia al teléfono llevada a un extremo grave), el phubbing, (el no poder prestarles atención a las personas por estar en el teléfono), trastornos de ansiedad, obsesivos compulsivos, entre otros.
Existe también un tercero, llamado fauxcellarm, en ese, sientes la ansiedad del ring o la vibración sin tener el celular, relacionado con las enfermedades del miembro fantasma, donde alguien que perdió la mano, siente dolor donde esta debería estar, denominando al teléfono, el miembro fantasma.
Vivimos en un mundo donde no se puede pensar en ir a un lado sin cargar con el celular. Es una herramienta tan sofisticada que no sólo usamos para comunicarnos, si no también para entretenernos, hacer búsquedas, guardar memorias y conectarnos con personas que en otras épocas sería imposible. Volviéndose en una extensión indispensable para muchos.
Debemos entender que, a pesar de las ventajas que estos tienen, también nos han ayudado a crear una barrera con las demás personas. La tecnología nos ha hecho mucho bien y mucho mal, y uno de sus principales daños es la disminución de relaciones físicas entre personas, volviendo más importantes las digitales. Debemos hacer a un lado la tecnología, aceptar, aprovechar lo bueno y volvernos menos dependientes de ellos.
