Ducha diaria; temperatura ideal
Al despertar en un día frío o nublado sientes las ganas de darte un baño y quedarte horas bajo el agua caliente de la regadera, sin embargo no es la mejor idea. Aquí te explicamos algunas consideraciones a tomar antes de tu ducha diaria.
Primero, debes saber que la piel es el tejido más grande de nuestro cuerpo; es una barrera protectora que requiere de ciertos cuidados básicos para su aseo, belleza y reparación diaria.
Segundo, al consentirnos bajo el chorro de agua de la regadera, la temperatura debe ser de fresca a tibia y no de tibia a caliente. El agua templada alrededor de 29 C a 37 C es sin duda la mejor opción, pues se aproxima a la temperatura corporal. Además de ser agradable, brinda un efecto relajante y ayuda a mantener la piel hidratada.
Pero si lo que buscas es una ducha fresca, regula la temperatura a 24 C, activate por la mañana y toni ca tu cuerpo. Sin embargo, esta temperatura puede producir un aumento ligero de la presión arterial e incluso un resfriado ocasional.
Si por el contrario, eres de las personas que regulan su ducha tirando vapor y empañando los espejos del baño, definitivamente estás haciendo algo mal. Ya que las temperaturas arriba de 40o traen consigo efectos nocivos para la salud, sobre todo a nivel cardiovascular, ya que podría disminuir la presión arterial ocasionando mareos, várices y mayor resequedad con una sensación de comezón, acidez y un envejecimiento prematuro.
Tercero, la duración de la ducha no debe ser mayor a 20 minutos, no solo ahorrarás agua también entre más agua se le aplique a la piel más resequedad, un exceso de limpieza a la larga dañará la barrera protectora con riesgo de erosiones, eccema e infecciones.
Ahora ya lo sabes, la temperatura ideal para la ducha debe ser placentera y no con agua hirviendo como para pelar pollos. ¡Disfruta del placer de consentirte y darte un baño con la temperatura adecuada!