¿Por qué adoptar y no comprar mascotas?

Estamos en una época donde preocuparnos por el bienestar de los animales está de moda. Al menos eso dicen muchas personas que conozco, argumentando que antes no era así, que ahora es mame, que si hipsters, etc.

Todo se debe a la mayor cantidad de información que ahora tenemos a nuestro alcance.

Al estar más informados somos capaces de forjarnos un criterio sólido y estar consientes de lo que sucede a nuestro alrededor, en nuestro mundo. El tema de bienestar animal es uno de los que mayor relevancia han tomado siendo la tenencia de mascotas parte importante de la discusión. La responsabilidad que debemos tener al recibir un perro o gato en casa va más allá de solamente cumplir el capricho de elegirlo.

De inicio debemos tener en claro: estamos hablando de un ser vivo que siente y respira como nosotros, que siente amor, alegría, miedo como nosotros.

Tomando en cuenta esto ¿por qué adoptar y no comprar mascotas? Tengo tres ideas principales que les comparto al respecto.

La adopción es un acto de amor.

Es una frase cursi y cierta a la vez. El amor no se compra, no se elige en un aparador ni se toma la decisión porque brille más su pelo o tenga las orejas más grandes. El amor se da y se recibe, sin importar lo anterior. El amor por un animal desconoce razas. Estamos abriendo nuestra casa a un ser vivo no al nuevo iPhone o al auto de tus sueños.

¿Por qué adoptar si no está la raza que quiero?

Por amor. Porque te enamoras sin prejuicios, te enamoras de su mirada o sus ladridos, porque tu corazón te dice cuál es el indicado para ti en el momento que lo ves. Porque sabemos que todas las razas son hermosas pero jamás deben ser un filtro para elegir a quien te dará el corazón toda su vida.

¡Si compramos una mascota estamos dándole una mejor vida!

Una frase común de quien desconoce el trasfondo del negocio. Solamente les digo: la forma cómo llegan los animales al aparador es sumamente cruel por lo que comprarlos significa apoyar a que el negocio y el abuso que implica continúen.

Los seres humanos somos capaces de dar amor sin pedir nada a cambio. Los perros y gatos son maestros en este punto, cada uno a su manera.

Si estamos dispuestos a abrir las puertas de nuestro hogar a un ser puro de corazón ¿por qué tratarlo cómo mercancía, cómo el nuevo objeto que nos acabamos de regalar?

El mundo se impulsa con amor. Sólo a través de él se logra la felicidad.