¡A VOLAR! SÍNDROME DEL NIDO VACÍO
Es sueño de muchos emprender el vuelo y salir de casa para iniciar una vida de independencia, sin embargo, ese gran momento no siempre es compartido con el mismo disfrute por quienes se quedan en casa, los padres, quienes un buen día miran a su alrededor y se descubren con una casa más grande, con menos personas con quien hablar y reír, parecieran menos los motivos por los cuales hay que escuchar música, preparar comida, hornear un pastel. Es cuando ese hogar que antes tenía un ritmo y colores, ahora se torna gris y silencioso, con unos padres tristes, ensimismados y hasta un poco deprimidos.
Estar en este ambiente pareciera de poca relevancia, incluso es muy posible que los padres no se den cuenta de lo que están viviendo, se sumergen en un contexto de tristeza y dolor semejante a la muerte de un hijo. Hay casos en que los padres alentaron a los hijos a apoderarse de su vida e iniciar su partida de casa, por lo que el sentimiento de culpa y de pérdida es súbito, pues, es habitual en nuestra cultura que se dedique mucho más que sólo tiempo y dinero a la crianza de los hijos, hay quienes volcaron su vida para brindar un mejor entorno y ahora, que se pone distancia de por medio, sienten que ya no hay en quien invertir amor, dinero y esfuerzo; pues ya no se sienten necesarios, útiles y pérdida de control.
Si ya se identificó el vacío, ya tenemos la mitad del camino recorrido, lo más difícil es reconocernos y hablar con alguien que nos ayude a ver con mayor claridad lo que se está viviendo, es tu decisión elegir ayuda de un profesional, el punto es confrontar el sentimiento. Recordemos que compartir es ver con más ojos, sentir con más fuerza y esclarecer las decisiones que puedas tomar; pero definitivamente, elígete a ti. Ocúpate de ti, para que tu eje se fortalezca y a pesar de las ausencias, tu vida siempre tenga un destino.
Mantente ocupad@, retoma actividades que complementen tu vida, dale peso a lo que elijas hacer, ya sea limpiar tu casa, emprender un negocio o conquistar el mundo, sólo recuerda que ese mundo debe ser el que tu vives a diario.
Acércate a tu hij@, admira la persona que has formado, con grandes agallas, capaz de responsabilizarse de sí mismo y finalmente motiva su empoderamiento, pues esto también es un reflejo tuyo: un ser que busca y encuentra medios para volar y no caer.
