ROPA ECO-FRIENDLY, MODA CON IMPACTO

Nos estamos acabando el planeta. Sé que esto no es una noticia nueva, todo el año se han inundado las redes sociales y los medios con la magnitud del problema ecológico por el que estamos pasando. El daño es prácticamente irreversible y poco a poco comenzamos a sufrir las consecuencias más graves. Estoy segura de que todos recordamos haber pensado hace unos años algo tipo: todo va a estar bien, la contaminación no es un problema tan grande, ¡exageran!...

Ojalá pudiéramos retroceder en el tiempo y tener aunque sea la mitad de las buenas ideas que hoy pretenden conservar el mundo y la naturaleza: desde lo más sencillo como reciclar, a lo no convencional como llevar tu propio vaso a las fiestas o tu tupper al puesto de tacos, hasta lo más complicado (a mi parecer) como dejar la carne, prohibir el uso de unicel en puestos ambulantes y eliminar las bolsas de plástico en el súper.

Lo cierto es que nos hemos acostumbrado a ciertas cosas y requerimos cambiar nuestros hábitos urgentemente.

El consumismo nos está consumiendo a nosotros y nosotros a nuestro hogar. Cada uno puede aportar para recuperar el equilibrio y la industria de la moda no se puede quedar atrás, sobretodo porque es una de las más contaminantes.

Nos urge un cambio. Nos urge abandonar marcas que nos hagan daño y optar por prendas ecológicas. Cada vez son más los diseñadores que se suman a la causa de moda sustentable e incluso en la alfombra roja podemos ver vestidos de gala cuya confección no implicó la contaminación del medio ambiente.

Por ejemplo: En el cultivo de algodón, la fibra más utilizada, se emplea hasta 25% de los insecticidas y 10% de plaguicidas. Además se requieren 2700 litros para producir una sola playera, sin mencionar que los aditivos y tratamientos sintéticos en cada prenda la han vuelto tóxica; alquifenoles, ftalatos, colorantes azoicos, formaldehído, retardantes de llama bromados y clorados son muy contaminantes, potencialmente cancerígenos y hasta disruptores endocrinos, es decir, que alteran el proceso reproductivo de los organismos vivos, incluido el de las personas.

La moda verde tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo y para el ambiente. Esto se debe en mayor proporción al tipo de tela que se utiliza: algodón orgánico, bambú y cáñamo, que permiten la transpiración, evitan irritaciones en la piel, no es necesario lavar las prendas tan seguido, lo que resulta en menos gasto de agua, tienen también sustancias antibióticas, antialérgicas propiedades antimicrobianas, antimicóticas y protectoras del sol naturales. Por otra parte la coloración de estas prendas es natural. Se ha vuelto a los orígenes y se utilizan colorantes naturales prevenientes de plantas, lo cual implica una menor carga química para los desagües.

¿Cómo saber si una prenda es ecológica? Debe cumplir con los siguientes puntos:

1 Producción orgánica: libre de plaguicidas, agentes químicos y blanqueantes.

2 La etiqueta debe confirmar que se ha procesado sin tóxicos.

3 Certificación: las más comunes son: GOTS (Global Organic Textile Standard), Made in Green y Eco label Europea.

Así que ya lo sabes. La propuesta existe y es cada vez más grande, hay organizaciones del tamaño de Green Peace interviniendo en el mundo de la moda, queda en tus manos tomar la mejor decisión respecto a lo que exiges, lo que vistes, lo que consumes. No le dejemos el cambio a los demás, todos podemos vivir de una manera más verde, quizás empezando por vestir para bien.