Karma ¿justicia divina?

Al escuchar esta palabra vienen a mi mente frases de advertencia, consejos, recomendaciones hechas no sólo por mamá, si no por diferentes entidades que se han atrevido a darme sabios consejos, seguro has escuchado algunas de ellas:

• Nunca le desees el mal a nadie.

• El que obra mal, tiene problemas de estreñimiento, no, no es cierto, el que obra mal, mal le va.

• Ten cuidado porque se regresa doble.

• ¿Por qué a mí, por qué a mí!?

• Pero así le va a ir en la otra vida…

El Karma es ese bumerang energético que mientras esté cargado de positivismo, sin pex, pero una vez que lo usas de mala onda, aguas, porque estás firmando tu sentencia de mala vibra.

No me digan que no, porque yo he escuchado en pláticas entre niñas, señoras y doñas del norte de la ciudad que hasta macumba le andan haciendo al marido, novio, maestro, amante, jefes, suegras, jefes de gobierno, sindicatos y hasta al mismísimo preciso de los Pinos, y por qué no, hasta a la vecina o comadre. Y no es que sea yo chismoso, pero esas conversaciones son mejor que Bisoño hablando de Ninel Conde.

Según los expertos en esta materia, el KARMA es una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. Según las leyes del karma cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.

Ven como no estaba tan errado, por ello debemos de tener mucho cuidado con lo que le deseamos a las personas, y si eres de esas personas con la sangre pesada que le encanta estar haciéndole complicada la vida a los demás, piénsalo dos veces luego no estés pregonando como la llorona… ¿Por qué a mí, por qué a mí!?

Las cosas en esta vida pasan por una razón, nosotros decidimos si las aceptamos o las complicamos, al ser un mundo lleno de personas, hay errores e injusticias, nuevamente les digo, ustedes deciden si las complican aún más.

Trata de ver la vida como es, desde un lado positivo, si los demás no quieren que sonrías y vivas plenamente, cierra los ojos y deséales de corazón que les vaya muy bien en la vida, salud y bienestar, quizá eso les falte para ser felices.

Antes de concluir este artículo, les mando un GRAN abrazo lleno de armonía, paz, amor y salud para ustedes y los suyos.

PD. Favor de aplicarlo cuantas veces sea necesario con todo ser humano que se te atraviese, acompañado de una gran sonrisa sincera.

Mayormente con suegras, cuñadas, amigas, jefas, tías, meseras, recepcionistas, ubers, maestras, directoras, estilistas, agentes de tránsito, vecinos incómodos, religiosos y ateos, seleccionados olímpicos, con el viene viene, entre otros.