Conócete mejor a través de tu cronotipo
Todos tenemos un reloj biológico que caracteriza el desempeño en nuestras actividades, es decir, cómo es que cada uno de nosotros rendimos mejor en el día. De acuerdo con los estudios científicos del sueño y de nuestro comportamiento, se identifica que los seres humanos funcionan a través de ciclos de 24 horas (ritmos circadianos), estos ciclos pueden moverse o alterarse por factores sumamente importantes, tales como el sueño (horas de calidad destinadas al sueño y descanso), alimentación, temperatura, ciclos hormonales, etc. Estos factores son determinantes en la productividad de cada individuo y algún descuido en estos pudieran ser la razón por la cual se experimenta cansancio y bajo aprovechamiento en la escuela o trabajo.
Identificar el tipo de cronotipo que nos caracteriza puede facilitarse con un ejercicio de observación y reflexión, en donde la principal tarea es señalar el momento del día donde se es mayormente productivo y las horas de sueño que se destinan para un óptimo descanso.
Cronotipo Alondra
Son personas que disponen de mayor energía y concentración desde las primeras horas de la mañana, resuelven las máximas prioridades conforme incrementa la luz del día. También obedecen estrictos horarios destinados al sueño, estos individuos suelen conciliar el sueño máximo 10 de la noche y se levantan a la primera hora de la mañana sin realizar gran esfuerzo. Suelen tener una gran activación física en la mañana y va disminuyendo conforme el día avanza.
Cronotipo Colibrí
Este tipo de personas se alista y ejecuta mejor las prioridades por la tarde, es decir, pasado el medio día; pues al despertar no se cuenta con energía suficiente para lograr los cometidos diarios. La activación física máxima se realiza antes de caer la tarde. El esquema de sueño suele verse afectado, pues hay poca constancia en los horarios de sueño, por lo que el esfuerzo para levantarse por la mañana es importante. Aquí el reto es la constancia en el horario del descanso.
Cronotipo Búho
Este grupo de individuos encuentra mayor desenvolvimiento por la noche, es en este horario que se sienten con total plenitud para concretar labores diarias y realizar ejercicios de activación física; es el silencio de la madrugada lo que les permite tener mejor concentración. Eligen tener un descanso entrada la noche y se pudiera prolongar aún con el sol en su máximo esplendor.
Identificar estas características permitirá administrar mejor nuestro tiempo y destinar mejores momentos del día a aquellas actividades que son prioridad. Incluso, puede ser un factor clave para identificar el horario de trabajo ideal, momento de estudio óptimo, mejorar la activación física y favorecer el aprovechamiento del día.
Cuidar estos factores que permean en nuestro desempeño, debieran ser una tarea diaria, conocernos mejor y construir un ritmo para las horas de sueño, procurar que estas sean de calidad, además de favorecer una sana alimentación e hidratación. Lo anterior, trae reacciones positivas en cadena que generan mayor activación física y mejores condiciones en el organismo.
