QUE ESPERAR DE MIS CITAS AL GINECÓLOGO SEGÚN MI EDAD
En México se estima que solamente 42% de las mujeres van al ginecólogo una vez al año y 25% solamente cuando se sienten mal.
Desgraciadamente en México no tenemos un hábito de prevención en cuanto a nuestra salud. Así que acudimos al doctor únicamente cuando algo está mal. Si bien, los médicos nos pueden ayudar a diagnosticar y curar nuestras enfermedades, lo ideal sería que acudiéramos a ellos para no enfermarnos en primer lugar.
Al tratarse de la salud de nuestros órganos reproductores, el asunto se vuelve todavía más complejo. No importa la edad que tengas lo más seguro es que tu cuerpo te genere algunas dudas, deja a San Google cuestiones menos importantes y ve con tu ginecóloga (o) de confianza. Aquí una breve guía para que pierdas el miedo.
EL MITO DE LA PRIMERA VEZ
El mito dice que una vez teniendo tu primera relación sexual, es momento de acudir al ginecólogo, pero esto no es necesariamente correcto. Si bien, sí es importante hacerle una visita después de tu “primera vez”, lo ideal es visitarlo desde antes.
HAZLO POR TU SALUD
Las revisiones ginecológicas pueden ser la única manera de conocer si hay alguna infección o herida en el cuello uterino y una simple revisión al año puede hacer una enorme diferencia en tu salud. Además, si estás iniciando tu vida sexual, tu ginecólogo te puede orientar respecto a métodos anticonceptivos y dudas que quizás no te sientes cómoda resolviendo con tu familia, amigas, pareja, etc.
¿A QUÉ EDAD DEBO IR?
No soy nadie para decir: TIENES QUE IR A LOS 16 AÑOS, pero deja que tu cuerpo te diga lo que necesitas. Si tienes curiosidad por conocerte mejor, tienes dudas, te preocupa algún flujo en tu menstruación, tienes dolores extremos al llegar tu periodo o sientes un olor diferente no dudes en ir con una experta. Sin miedo, sin tabúes, sin prejuicios.
DE LOS 18 A LOS 45
Aquí hay dos opiniones diferentes. Hay quienes dicen que entre los 18 y los 35 años de edad, puedes acudir a revisiones rutinarias cada 3 años y hay quienes insisten en que sean cada año.
EL A·B·C DE LAS CITAS
En esta etapa el “ABC” de una revisión rutinaria consiste en la realización de una citología (toma de una pequeña muestra de tejido del útero) y una exploración vaginal, en la que se observa el cuello del útero y se explora el útero y los ovarios. También se hace una exploración de las glándulas mamarias y un Papanicolao, una prueba que ayuda a prevenir o diagnosticar cáncer uterino.
Además de la rutina, puedes solicitar estudios de fertilidad, detección temprana de enfermedades de transmisión sexual como el VPH o problemas hormonales. Yo quepo en este rango de edad y mi ginecóloga se despide de mí diciendo: "te veo en un año ;) Así que, eso puedo recomendar."
A PARTIR DE LOS 45
En esta etapa de la vida de una mujer se recomienda sumar a la revisión rutinaria la mamografía (recomendada cada dos años, para prevenir o detectar el cáncer de mama). Además, una vez que comience la menopausia las visitas podrían ser un poco más regulares debido a todos los cambios hormonales que vive nuestro organismo.
Muchas mujeres creen que al pasar la menopausia ya no es necesario acudir al ginecólogo. Si bien, las visitas pueden ser menos frecuentes, mientras se lleve una vida sexual activa, es importantísimo seguir teniendo consultas. Quizás el tipo de pruebas sean diferentes de acuerdo a la edad, pero eso no les quita relevancia.
Las visitas al ginecólogo pueden generar ansiedad y miedo. Se trata de un área privada e íntima, pero es importante conocernos, explorar nuestro cuerpo, reconocer sus reacciones, flujos, olores, molestias y placeres. Puedes ir acompañada o sola, puedes pedir referencias entre tus amigas, puedes cambiar de ginecóloga (o) hasta que encuentres con quien te sientes completamente en confianza. Pero no dejes de ir. No dejes de hacer preguntas. No dejes de cuidarte.
