- 5 dic 2023

Cómo elegir un vino sin ser un experto

Ya sea para disfrutar de una celebración de fin de año o cualquier otra ocasión, el vino es el complemento perfecto para cualquier comida. Existen diversas opciones para todos los presupuestos y gustos. Sin embargo, reconocer un buen vino puede no ser fácil, pero siguiendo estos consejos, podrás garantizar el éxito en cualquier reunión.

Aquí te dejamos cinco trucos para identificar un buen vino:

Color: El primer aspecto que debemos tener presente para seleccionar un vino es su color. El vino blanco debe tener un color amarillo pálido, mientras que el vino tinto debe ser de un color violáceo. Si el color es demasiado brillante o tiene tonalidades fuertes, es mejor buscar otro. La textura también es importante, ya que si la sientes poco densa (aguado), puede ser un indicador de baja calidad.

Aroma: Es un factor distintivo de los buenos vinos. Lo ideal es que lo compres en una tienda especializada y, si es posible, solicitar que abran la botella para que puedas oler su contenido antes de comprarlo. El aroma de un buen vino te recordará

a flores y frutas. Si, por el contrario, es desagradable o diferente, es mejor buscar otra opción.

Equilibrio: A la hora de buscar un buen vino, debemos valorar tanto el color como el aroma y el sabor. Sin embargo, todos estos elementos deben estar en equilibrio. Si sientes que destaca uno de ellos por encima de los demás, probablemente el este no sea el mejor.

Aspecto y textura: El aspecto del vino debe ser cristalino, teniendo en cuenta su color y tonalidad. Si al abrir una botella ves que tiene un aspecto turbio, probablemente no sea de calidad. Además, es importante destacar que el cuerpo del vino es también un factor a tener en cuenta. Cuando pruebes un buen vino, notarás un sabor seco y áspero en medio de la lengua y en la parte delantera de la boca. También, verás que este sabor perdura unos segundos en tu paladar.

Presentación: La botella debe estar bien etiquetada y tener un diseño elegante. Revisa que no tenga la etiqueta sucia y, lo más importante, que la capsúla de aluminio o cera no esté rota.